Pequeñas cooperativas de producción exitosas de la Ciudad de México: perspectivas y estrategias de los socios en la modernidad capitalista
Gerardo Luvián Reyes, Mara Rosas Baños y Elvira Yesenia Ramírez Vanoye
Otra Economía, vol. 12, n. 22:42-65, julio-diciembre 2019. ISSN 1851-4715
Pequeñas cooperativas de producción exitosas de la Ciudad de México: perspectivas y estrategias de los socios en la modernidad capitalista
Pequenas cooperativas produtivas de sucesso na Cidade do México: perspectivas e estratégias dos parceiros na modernidade capitalista
Successful small production cooperatives in Mexico City: perspectives and strategies of the partners in capitalist modernity
Gerardo Luvián Reyes*
Mara Rosas Baños**
Elvira Yesenia Ramírez Vanoye***
Resumen: Las cooperativas urbanas, además de lidiar con problemas productivos han visto limitada su expansión debido a las características de su inserción en el mercado. Es por ello que el estudio de casos exitosos, especialmente de pequeñas cooperativas urbanas es relevante para su impulso. El objetivo del artículo fue identificar qué tipo de ethos (comportamientos) influyen en las estrategias organizativas y productivas que utilizan los socios de pequeñas cooperativas que pueden considerarse como exitosas de la Ciudad de México. Se utilizó la aproximación teórica de Bolívar Echeverría a la modernidad capitalista y su análisis sobre la existencia de la lógica cualitativa que es consistente con la lógica identificada en las formas de organización productiva de la Economía Social y Solidaria. Para definir el éxito se realizó una revisión de la literatura, y a partir de las características identificadas se utilizó la técnica estadística del análisis discriminante con el programa Stata 13.0. Las estrategias productivas se identificaron a través de entrevistas semiestructuradas, las cuales fueron analizadas con el método de categorización en el software Atlas ti.7. También se utiliza la metodología del balance social cooperativo para recopilar datos financieros, los cuales se examinan con una matriz de análisis de datos.
Palabras clave: cooperativas exitosas, economía social y solidaria, modernidad capitalista.
Resumo: As cooperativas urbanas, além de lidarem com problemas de produção, têm tido sua expansão limitada devido às características de sua inserção no mercado. É por esta razão que o estudo de casos de sucesso, especialmente de pequenas cooperativas urbanas, é relevante para a sua promoção. O objetivo do artigo foi identificar que tipo de ethos (comportamentos) influenciam as estratégias organizacionais e produtivas utilizadas pelos membros de pequenas cooperativas que podem ser consideradas bem-sucedidas na Cidade do México. A abordagem teórica de Bolívar Echeverría à modernidade capitalista e sua análise da existência de uma lógica qualitativa consistente com a lógica identificada nas formas de organização produtiva da Economia Social e Solidária foram utilizadas. Para definir o sucesso, foi realizada uma revisão da literatura e, com base nas características identificadas, foi utilizada a técnica estatística de análise discriminante com o programa Stata 13.0. As estratégias produtivas foram identificadas por meio de entrevistas semiestruturadas, que foram analisadas pelo método de categorização no software Atlas ti.7. A metodologia do balanço social cooperativo também é utilizada para a coleta de dados financeiros, que são examinados por meio de uma matriz de análise de dados.
Palavras-chave: cooperativas bem sucedidas, economia social e solidária, modernidade capitalista.
Abstract: Urban cooperatives, in addition to dealing with production problems, have seen their expansion limited due to the characteristics of their insertion in the market. It is for this reason that the study of successful cases, especially of small urban cooperatives, is relevant for their promotion. The objective of the article was to identify what type of ethos (behaviours) influence the organisational and productive strategies used by members of small cooperatives that can be considered successful in Mexico City. Bolívar Echeverría’s theoretical approach to capitalist modernity and his analysis of the existence of qualitative logic that is consistent with the logic identified in the forms of productive organization of the Social and Solidarity Economy were used. In order to define success, a review of the literature was carried out, and based on the characteristics identified, the statistical technique of discriminant analysis was used with the Stata 13.0 program. Productive strategies were identified through semi-structured interviews, which were analyzed with the categorization method in Atlas ti.7 software. The cooperative social balance methodology is also used to collect financial data, which are examined with a data analysis matrix.
Key words: successful cooperatives, social and solidarity economy, capitalist modernity.
Introducción
Las cooperativas son una de las formas de organización productiva con mayor arraigo en la Economía Social y Solidaria (ESS) su amplia presencia fue identificada por Razeto (1993). La aportación que el marco conceptual y legal del cooperativismo hace a la ESS, explica que el cooperativismo esté enmarcado en la ESS, y actualmente se haya constituido como una de las alternativas que los gobiernos utilizan para hacer frente al desempleo estructural del capitalismo. Su inclusión como mecanismo de desarrollo en la legislación de países latinoamericanos inició en los años ochenta, a través del reconocimiento de la existencia del Sector Social de la Economía, pero no fue sino hasta los noventa y principios de este siglo que se crea un marco legal de impulso específicamente de la ESS (Guerra, 2012) en Colombia, Ecuador, Brasil y Argentina (Arruda, 2004). Este fue también el caso de México, donde en 1983 se modificó el artículo 25 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos para introducir en su párrafo octavo al sector social como elemento de desarrollo; pero fue recién el 23 de mayo de 2012 que se creó la Ley de la Economía Social y Solidaria y el Instituto Nacional de la Economía Social (INAES) para cumplir el mandato constitucional de fomentar la ESS a nivel nacional (Rojas, 2016).
La Ciudad de México (CDMX) se ha destacado desde 2012 por la creación e impulso de cooperativas mediante programas de política que operan tanto la Secretaría del Trabajo y Fomento al Empleo (en adelante STyFE) como las alcaldías (Vadillo, 2014). No obstante, a pesar de dicho impulso, el panorama general es adverso para todas las cooperativas, principalmente para las pequeñas (INAES, 2013). En el ámbito legal, Izquierdo (2009) menciona que la última reforma neoliberal a la Ley General de Sociedades Cooperativas (LGSC, 1994) les dio un trato empresarial (INAES, 2013); haciendo que el pago de impuestos las pueda llevar a su desaparición, especialmente a las cooperativas con magros excedentes (INAES, 2013).
De acuerdo con el diagnóstico del INAES (2013) los problemas de comercialización involucran el hecho de que los productos y servicios que ofrecen las cooperativas no puedan competir con los del sector privado; además, hay una falta de estrategias de intercambio entre las mismas cooperativas y de redes de comercialización que las fortalezcan. Entre los problemas financieros el diagnóstico menciona la dificultad que tienen las cooperativas para obtener recursos por la escasez de fondos gubernamentales destinados a ellas; al respecto se reconoce que lo deseable es que las cooperativas no dependan de recursos públicos, no obstante, la mayoría mencionó requerirlos. Laville (2006) señala que el financiamiento del Estado no necesariamente implica la desvirtuación de la ESS, siempre y cuando sea en beneficio de la cooperativa y no se utilice como mecanismo de control.
En el aspecto organizacional los problemas internos se relacionan a conductas antidemocráticas en la gestión (Luvián, 2015). La permanencia de la cultura asalariada desemboca en: pugnas por los cargos de dirección, nula reciprocidad en el trabajo (INAES, 2013); y falta de: confianza, responsabilidad compartida, líderes democráticos (Arruda, 2004) y respeto al organigrama (Camilletti et al., 2005). Lo anterior acontece por una falta de apego a los principios cooperativos para la gestión interna: membresía abierta y voluntaria, control democrático, y participación económica de los socios. Esto tiene una relación directa con la carencia de educación cooperativa y de ESS, puesto que resalta la ausencia de instituciones especializadas que impartan esta formación (INAES, 2013), lo cual en parte explica que algunos cooperativistas tengan comportamientos que responden más a una lógica capitalista que a una más apegada a la ESS. El objetivo de este artículo es analizar las estrategias organizativas y productivas que utilizan las pequeñas cooperativas que se pueden clasificar como exitosas en la CDMX, con el fin de realizar una aproximación tanto a su lógica como a su posición ethoica, así como aportar elementos que puedan servir a otras bajo circunstancias similares. El presente artículo propone una lectura del sujeto cooperativista que no asume una lógica solidaria impoluta para entender qué tipo de estrategias de éxito se desarrollan en las zonas urbanas, donde el capitalismo, la competencia, el individualismo y la subordinación son la regla.
En la búsqueda de los elementos teóricos para identificar el éxito de una cooperativa se encontraron cuatro aspectos considerados como clave: dos se refieren a los principios y objetivos que promueve el cooperativismo y la ESS: 1) apropiada gestión cooperativa, y 2) desarrollo del ser humano; los otros dos son consecuencia de la interacción con el mercado: 3) viabilidad económica, y 4) posibilidades de mejora en la gestión y la producción (Meitta, Cavina y Franco, 1966; OIT, 2000; Sánchez, 2001; González y San Bartolomé, 2009; OESSP, 2015). Las características del éxito en el cooperativismo muestran una doble naturaleza que puede ser explicada desde el enfoque de la modernidad capitalista de Echeverría (2011a), a través de la identificación de los diferentes ethos (comportamientos) basados en las perspectivas de los sujetos cooperativistas. La metodología es mixta y consta en primer lugar de un análisis discriminante, herramienta estadística que se utilizó para la selección de las cooperativas exitosas con la ayuda del software Stata 13.0; las entrevistas semiestructuradas a los cooperativistas fueron analizadas a través del método de categorización y se procesaron con el software Atlas.ti 7, y finalmente se recopilaron datos financieros utilizando una sección del balance social cooperativo, esos datos se estudiaron a través de la matriz de análisis de datos.
Ethos en la identificación de la lógica de los sujetos cooperativistas en la modernidad capitalista
De acuerdo con Marx (2001) las mercancías tienen una naturaleza social y material; además cuentan con una doble forma, la natural y la del valor, identificada respectivamente como valor de uso y valor de cambio. En la modernidad capitalista la estructura social está determinada fundamentalmente por esta doble forma contradictoria: la forma natural que opera mediante una semiótica4 de producción y consumo de valores de uso, y la forma valor a través del valor de cambio para la acumulación del capital (Echeverría, 2011b). Por un lado, la forma natural posibilita la existencia de una lógica cualitativa que “sigue un principio concreto, cualitativo y “natural” de organización” que garantiza la reproducción de la vida; por otro, la forma valor se expresa en una lógica cuantitativa “que se rige por un principio organizativo abstracto, puramente cuantitativo y “artificial” que mercantiliza la vida” (Díaz, Valdés y Sigüenza, 2009:5); esta última es la lógica dominante actual (Salgado, 2015). Para los sujetos, vivir en la modernidad implica estar entre dos lógicas contrapuestas, una que aniquila la vida (cuantitativa) y otra que permite su reproducción (cualitativa), “éste es el desgarramiento del hombre moderno en el que todo su mundo, su personalidad, su comportamiento está obedeciendo a dos lógicas totalmente contrapuestas, una de las cuales es más poderosa que la otra” (Sigüenza, 2011:84). La expresión “hombre urbano moderno” hace referencia a una de las lógicas que existen, puesto que hay evidencia de la presencia de otra lógica más vinculada a la vida en las comunidades indígenas y campesinas (Heyning, 1982; Schejtman, 1980; Shanin, 1979; Rosas y Barkin, 2009).
Ante la contradicción entre la lógica cualitativa y cuantitativa se construyen ciertos comportamientos sociales, ciertos usos y costumbres que afectan tanto subjetivamente el carácter de las personas, como objetivamente la forma de organización y visión del mundo: son estrategias de comportamiento (o ethos) para vivir en un modo de producción amenazante y contradictorio (Echeverría, 2008; 2011a). El ethos es un refugio, “un recurso defensivo o activo” que constituye el carácter, la personalidad, que lleva a vernos y tratar a los demás de un modo particular (Echeverría, 1994:71). Echeverría identifica cuatro ethos, cada uno de los cuales puede presentarse de manera preponderante, aunque pueden convivir dos o más en una misma persona:
1. El ethos realista, de origen europeo noroccidental, es un comportamiento desarrollado por sujetos que conciben el modo de producción capitalista como insuperable y benéfico; suponen “que es imposible una modernidad que no sea capitalista” (Echeverría, 2011a:196). El sujeto se posiciona desde los valores de cambio, sin importar las consecuencias de la acumulación de capital; genera una identidad con la valorización del capital y organiza su vida entorno a ella, el valor de uso sólo le importa como medio portador.
2. El ethos romántico corresponde a un comportamiento que no distingue los valores de uso y los valores de cambio, por lo que no se posiciona desde ninguno de ellos, percibe “la contradicción como si ella fuera lo contrario de lo que es” (Díaz, Valdés y Sigüenza, 2009:5). Termina por entender que los fenómenos provienen del capitalismo como producto del progreso, concepto con el que se identifica.
3. El ethos clásico resulta de identificar los problemas que genera el capitalismo con la mercantilización de la vida y, sin embargo, enmascararlos al reconocerlos como inherentes, e inapelables. Consecuentemente no se posiciona desde los valores de uso, pero tampoco desde los valores de cambio, al mantener una actitud “comprensiva y constructiva dentro del cumplimiento trágico de la marcha de las cosas” (Echeverría, 2011a:198).
4. El ethos barroco es un comportamiento histórico-estructural que expresa una dialéctica de resistencia e integración a la modernidad capitalista (Arizmendi, 2016). Lo barroco, mantiene un desencanto permanente porque se posiciona del lado de los valores de uso, mediante su creación y disfrute a través del trabajo; no obstante, también es cómplice de la modernidad porque al sujeto le es imposible eliminar o solucionar la preeminencia de la lógica devastadora de valoración de capital, aunque la mantiene como inaceptable. Su rebeldía históricamente proviene de los vencidos, y vive a partir de aceptar “las leyes de la circulación mercantil, a las que esa corporeidad sacrifica, pero que lo hace al mismo tiempo que se inconforma con ellas y las somete a un juego de transgresiones que las refuncionaliza” (Echeverría, 2011:203).
Lo peculiar del ethos barroco es la resistencia, defiende la forma natural incluso dentro de los mismos procesos por los que la barbarie capitalista la ataca (Sigüenza, 2011). Como ejemplo del ethos barroco está el cooperativismo que surge en el seno del naciente capitalismo a mediados del siglo XVIII en medio de una enorme y creciente desigualdad, sobreexplotación y pobreza de la clase trabajadora. En la literatura de la ESS su lógica se asocia a una contra lógica capitalista, instrumental y economicista orientada por el egoísmo y la competencia, al cálculo de la utilidad y la ganancia individual (Marañón, 2012; Marañón y López, 2014; Azkarraga y Altuna, 2012; Razeto, 1993) expresada en la lógica cuantitativa que Echeverría identifica en la modernidad capitalista. La lógica cualitativa está vinculada a la forma natural en concordancia con la lógica reproductiva de la ESS que busca generar las bases materiales, cognitivas y afectivas para la satisfacción de necesidades sociales, a partir de “condiciones de arraigo local, diversidad, reciprocidad e interdependencia” (Collin, 2014:115), y mediante prácticas alternativas que implican innovar, “consumir, producir, intercambiar, financiar, comunicar, [y] educar” (Arruda, 2004:73) para la vida.
El cooperativismo coexiste con el capitalismo (Gordon, 1993) y compite en el mercado apoyándose en su singular forma de organización productiva, cuya característica principal es la propiedad social de los medios de producción y la autogestión, características que lo distinguen de manera drástica del capitalismo (Singer, 2016), y lo lleva a una contradicción enmarcada entre la lógica cualitativa y la cuantitativa que se materializa en un dilema “entre la autogestión y el mercado que marca una dinámica que induce a los emprendimientos autogestionarios a decidir inversiones, precios en función de las exigencias de la competitividad” (Rosas y Lara, 2013:13). Esto incluso ha llevado a afirmar que las cooperativas pueden adquirir conductas empresariales si “compran insumos baratos, sin importar el origen; y pueden inclusive, contratar personal asalariado” (Collin, 2014:109). La transformación empresarial descrita ha sido denominada como “la teoría de la degeneración” por Errasti, Bretos y Nunez (2017:19).
En ese sentido, la identificación del éxito en las cooperativas urbanas requirió de una distinción entre los ethos y la lógica de cómo son resueltos los problemas derivados de la interacción de las cooperativas con el mercado; de acuerdo a dos características de un favorable desempeño en el mercado, y dos características del cumplimiento de los principios cooperativos y objetivos de la ESS, por lo que el éxito se define de acuerdo a:
1) Viabilidad económica: Los socios de la cooperativa deben de ser capaces de vivir de la actividad productiva, implica generar el pago a tiempo del ingreso económico de sus socios (Meitta, Cavina y Franco, 1966); tener un crecimiento sostenido en ventas (Sánchez, 2001); y llevar cinco años de operación ininterrumpida para considerarlas como un vehículo que lleve a la organización al fortalecimiento del desarrollo humano y económico (González y San Bartolomé, 2009).
2) Posibilidades de mejora de la gestión y la producción: Ambas implican la búsqueda de capacitación constante, la creación de sinergias entre conocimientos tradicionales y actuales, e incorporación de nuevas tecnologías (incluso innovación) que no eliminen puestos de trabajo actuales o a futuro (OIT, 2000; Rosas, 2013).
3) Apropiada gestión cooperativa: Para denominarse históricamente como cooperativas las organizaciones deben ser gestionadas por los socios con base en los principios y valores cooperativos, lo que principalmente se refleja si es una organización democrática y solidaria.
4) Promoción del desarrollo del ser humano: Conforme a la ESS se plantea desarrollar capacidades políticas de los miembros (participativas), culturales (espirituales, estéticas, artísticas y sensibles), sociales (relacionales y convivenciales) y económicas alternativas (OESSP, 2015), desde un “profundo deseo de felicidad, que no puede existir sin autorrespeto, respeto mutuo y lazos de amor entre las personas” (Arruda, 2004:71).
En el marco de la ESS y desde la forma natural del valor, el trabajo no sólo implica una acción que cambia “de forma la materia que le brinda la naturaleza, sino que, al mismo tiempo realiza en ella su fin, fin que rige como una ley” (Marx, 2010:131). Es decir, desde la lógica cualitativa el trabajo le permite a la persona objetivar los ideales concebidos en su mente; y darle sentido a su vida a través de un deseo de trascendencia (Valverde, 2014) que permite la reproducción social de la comunidad y del individuo social. Expresa su socialidad mediante los valores de uso producidos, los cuales siempre tienen una intención transformativa dirigida al sujeto en un proceso libre y constante producir-cifrar-consumir-descifrar (Echeverría, 2011b).
Metodologías de investigación
Las metodologías empleadas en la investigación son mixtas. Se utilizó la técnica estadística del análisis discriminante en el software STATA 13.0 para identificar a las cooperativas exitosas conforme a la literatura revisada. Al no haber una base de datos oficial sobre cooperativas en México, se recurrió a la existente en el “Diagnóstico económico sobre cooperativismo del Distrito Federal [ahora CDMX]” realizado para la STyFE en 2015; conseguida mediante una solicitud de información a INFOMEX. La base de datos contiene la información de 192 cooperativas, que respondieron un cuestionario destinado a conocer detalles de su forma de gestión y comportamiento en el mercado, la muestra es representativa al 90% de significancia de 1.589 cooperativas.
El análisis discriminante es considerado adecuado “cuando la variable dependiente es categórica y las variables independientes son cuantitativas” (Cerón y Miranda, 2015:8). Se realizaron dos análisis en correspondencia con la conceptualización presentada del éxito en las cooperativas; uno, referente a la interacción con el mercado, las variables de la base de datos permitieron realizarlo para la categoría viabilidad económica; otro análisis, fue realizado con las mismas restricciones para la categoría apropiada gestión cooperativa. Las discriminaciones requieren de la asignación a priori de las 192 cooperativas en dos grupos (A y B), de cumplir, o no, los criterios de la teoría. Al grupo (A) respectivamente pertenecen las cooperativas con viabilidad económica, y apropiada gestión cooperativa. Al grupo (B) las cooperativas inviables económicamente, y con inapropiada gestión cooperativa, correspondientemente. Estadísticamente se verificaron las clasificaciones a priori al buscar las funciones “m = min (q-1, p), tales que discriminen o separen lo máximo posible a los q grupos. Estas combinaciones lineales de las p variables deben maximizar la varianza entre los grupos […] pero al mismo tiempo minimiza la varianza dentro de los grupos” (Madrid y Cerón, 2012:48). Los casos que se consideran son los de pequeñas cooperativas, que conforme a la literatura presentan el mínimo legal de cinco socios para trabajar de manera autogestionada (LGSC, 1994; Izquierdo, 2009).
La identificación de estrategias de las cooperativas exitosas se realizó a través de la entrevista semiestructurada (Díaz, Torruco, Martínez y Varela, 2013). El entrevistado fue el responsable de un cargo de dirección (presidente o encargado del Consejo de Administración) por el mayor conocimiento de la organización que representa (LGSC, Art.43, 1994). Las entrevistas se estructuraron para conocer dos aspectos no excluyentes: la posición ethoica de los miembros respecto a su práctica del cooperativismo conforme a sus paradigmas sobre el capitalismo, y las estrategias: productivas, de innovación, comercialización, ante problemas de capitalización, fiscales, educativos y de capacitación. Para corroborar algunas respuestas de las entrevistas, se recabaron datos sobre el cumplimiento de los principios cooperativos “en unidades monetarias como unidades físicas, con sus respectivos cualitativos” (González y San Bartolomé, 2009:26), con un formato basado en la metodología internacional del balance social cooperativo; de la cual se retomaron aspectos para medir la apropiada gestión cooperativa y viabilidad económica. La información fue procesada mediante la metodología de matriz de análisis de datos, para tabular variables de los casos exitosos “de forma simultánea, lo cual posibilita hacer análisis bivariables o multivariables de los datos” (PowerData, 2016). Las matrices se construyeron bajo dos criterios (Blázquez y Peretti, 2007): consistencia (justificación de lo que se compara) y correspondencia (congruencia con el registro que antecede o precede).
La interpretación de las entrevistas se realizó a partir del método de categorización como lo sugiere la teoría (Muñoz y Sahagún, 2017; Fernández, 2006). El método sirve para procesar las respuestas significativas y similares de los entrevistados a través de palabras o frases, al distinguir categorías (tema general) y subcategorías (componentes del tema) de entre las extensas citas. Se utilizó el software Atlas ti.7 para dotar de mayor rigor al método al mostrar aspectos numéricos de cada categorización (Martínez, 2001), a la izquierda la fundamentación (citas que respaldan) y a la derecha la densidad (relaciones entre categorías). El programa ayuda a presentar la información por medio de redes que permiten “llamar a todos los elementos que pueden apoyar una u otra hipótesis, argumento o conclusión” (Varguillas, 2005). Las redes presentan las relaciones propuestas por el investigador entre categorías (enlazan con flechas rojas) y subcategorías (enlazan con flechas negras) para organizar la información, también mediante símbolos; las redes fueron principalmente construidas mediante el método de coocurrencias, basado en las frecuencias de densidad entre las subcategorías identificadas por el software (Muñoz y Sahagún, 2017). Cuando se analicen las categorizaciones se escribirán entre comillas y con letras cursivas para diferenciarlas del texto.
Resultados: Posiciones ethoicas y estrategias de los socios cooperativistas
La intersección de los grupos con apropiada gestión cooperativa y viabilidad económica derivó en la aproximación e identificación que se realizó de cooperativas exitosas, dieciséis cooperativas cumplían con ambos criterios; sin embargo, se eliminaron a cuatro que aún no contaban con cinco años de operación por ser un dato relevante de consolidación (González y San Bartolomé, 2009). De las doce cooperativas seleccionadas sólo se pudo realizar la entrevista a nueve, por problemas de disposición, existencia o localización; al aplicar la entrevista una fue descartada porque en la práctica no era gestionada democráticamente, ni desempeñaba trabajo colectivo por lo que únicamente se presenta información para ocho (véase Tabla 1). Las posiciones ethoicas de los cooperativistas se pueden identificar a partir de su apego a la lógica cuantitativa que privilegia el valor de cambio de la mercancía por encima de su valor de uso, lo que los lleva a aceptar (realista); confundir (romántico) o encubrir (clásico) la modernidad capitalista, o por privilegiar la lógica cualitativa al poner mayor énfasis en el valor de uso de sus mercancías y posicionar el proceso de trabajo como un medio de realización de las personas (barroco).
Sector |
Cooperativas |
Productos o servicios |
Delegación (Alcaldía) |
Años de operación |
Número de socios |
Tipo de socios |
Cooperativas agropecuarias |
CA1 |
Invernadero de plantas ornamentales, comercializacióny mantenimiento. |
Xochimilco |
12 |
6 |
Familiar |
CA2 |
Invernadero de jitomate. |
Xochimilco |
12 |
5 |
Familiares y amigos |
|
Cooperativas de producción |
CP1 |
Elaboración de productos de soya y gluten. |
Xochimilco |
8 |
5 |
Familiar |
CP2 |
Elaboración de empanadas, pays y pizzas. |
Álvaro Obregón |
8 |
5 |
Familiar |
|
CP3 |
Deshidratadora de frutas y hortalizas. |
Xochimilco |
12 |
8 |
Familiar |
|
CP4 |
Maquiladora de bebidasfrutales. |
Álvaro Obregón |
11 |
5 |
Familiar |
|
Cooperativas de servicios |
CS1 |
Ecoturismo y hospedaje. Impartición de coaching empresarial. |
Tlalpan |
6 |
6 |
Familiar |
CS2 |
Consultoría en sistemas, venta e instalación de software. Centro de fotocopiado y ploteo. |
Tláhuac |
6 |
5 |
Amigos |
Tabla 1: Datos generales de las ocho cooperativas entrevistadas. Fuente: Elaboración propia con base en las entrevistas.
En la Tabla 1 se observa que el promedio de miembros por cooperativa es de alrededor de cinco y se ubican en las alcaldías al sur de la CDMX (véase la Imagen 1), el número total de socios que integran las cooperativas entrevistas es de 45. También se aprecia que siete de las ocho cooperativas están integradas por miembros de la familia, y una sólo por amistades. Esto se explica de acuerdo con González (2007) porque en la actualidad la familia provee de una comunidad con límites claros, duradera, pequeña y generadora de seguridad, como refugio a la acción humana movida por intereses utilitarios. Por otro lado, en siete de ocho casos (excepto en la CP4), ser familiares y amigos en las cooperativas estaba asociado con la “experiencia de autoempleo previa” que los entrevistados identificaron como precario; la subcategoría a su vez coocurre con que algún socio poseyera “conocimiento en la actividad productiva”. En este sentido se puede decir, que se identifica una actitud barroca en los socios porque están buscando una estrategia para vivir en el capitalismo que supere el autoempleo precario mediante el trabajo autogestionado.
Imagen 1: Ubicación de las cooperativas exitosas entrevistadas. Fuente: Elaboración propia con base en las entrevistas.
De acuerdo con las entrevistas, cinco cooperativas (CA1, CA2, CP2, CP3 y CP4) al momento del surgimiento desconocían previamente qué era una cooperativa; para su conformación se acercaron a instituciones de gobierno cuando requirieron financiamiento o formalizarse. Sólo tres cooperativas (CP1, CS1 y CS2) buscaron de manera autónoma constituirse en cooperativa. El grado de estudios de los entrevistados es destacable, el cooperativismo urbano se diferencia del rural en este aspecto, la mitad (cuatro) han concluido el nivel de bachillerato o preparatoria (CA2, CP2 y CP4), uno cuenta con conocimientos técnicos (CP1), la otra mitad cuenta con un grado de estudios universitario (CP3, CS1 y CS2), incluso uno de ellos (CA2) tiene el grado de maestro.
Para realizar una aproximación a su percepción de la modernidad capitalista se les preguntó a los socios su opinión sobre el capitalismo y las soluciones que a partir del cooperativismo se le podrían dar a problemáticas ambientales, sociales y económicas, esto porque la aproximación al ethos tiene un carácter subjetivo y otro objetivo (Echeverría, 1994; 2011; 2008) por lo que se pregunta su perspectiva y posteriormente se analiza su praxis. De sus respuestas derivaron las categorías: “perspectivas sobre la necesidad de superar el capitalismo” y “perspectivas de uso del cooperativismo ante problemas sociales” (véase la Imagen 2)
Imagen 2: Perspectivas sobre la necesidad de superar el capitalismo, y sobre uso el del cooperativismo ante problemas. Fuente: Elaboración propia con base en las entrevistas.
Cuatro entrevistados (CA1, CP2, CP3 y CS1 ) consideran necesario superar el capitalismo “porque devasta el ambiente” (véase la Imagen 2), subcategoría correspondiente a un ethos barroco por posicionarse desde un elemento fundamental para la vida. Tres entrevistados (CA1, CP2, CP3) también mencionaron que el capitalismo debería de ser superado “porque es inequitativo”, su perspectiva económica es barroca por estar en contra de una acumulación de capital basada en la precarización de las condiciones laborales, estas respuestas se asocian a las subcategorías “alternativa al desempleo” como parte de sus “perspectivas de uso del cooperativismo ante problemas” económicos y sociales (véase la Imagen 2). Las dos subcategorías muestran ideales críticos de la sociedad capitalista a partir de ciertos conocimientos o intuición de la dominación. No obstante, en tres entrevistados (CA2, CP4 y CS1) se detectó que el cooperativismo es identificado con la subcategoría “alternativa al desempleo”; por lo que se les ubica en un ethos romántico por no disponer de elementos críticos para comprender su práctica barroca.
Dos entrevistados (CP3 y CS2) mencionaron que debería cambiar el modo de producción, pero que “sería complicado superarlo”; la subcategoría es parte de la perspectiva de que “no todos pueden trabajar en equipo” (véase la Imagen 2). Dos entrevistados (CP1, CP4) atribuyen al cooperativismo el poder “detonar el talento de las personas”. Dos entrevistados (CA2 y CS1) mencionaron que el capitalismo “debe tender a lo humano”. Esto ubica sus respuestas en un ethos romántico por no concebir que sea necesario modificar las relaciones sociales imperantes para lograrlo bajo la idea del progreso.
Cinco entrevistados argumentaron el “uso del cooperativismo ante problemas” ambientales (véase la Imagen 2); en la práctica cotidiana estas acciones se relacionan con “disminuir su huella ecológica” (CP3), “separar y valorizar residuos” (CA2 y CP2) y “proteger recursos naturales” (CA1 y CS1). No obstante, destaca la cooperativa CP3, al proponerse como objetivo generar un menor impacto ambiental con su actividad productiva, hace funcionar cien deshidratadores con energía solar (no gas o electricidad) que procesan frutas y hortalizas. La cooperativa CA2 practica la“separación y valorización de residuos” para elaborar composta y venderla. La cooperativa CP2 regala el PET y cartón desechado por la cooperativa a dos adultos mayores de la localidad para que lo vendan y se ayuden económicamente. La CS1 en su praxis muestra un interés por “proteger [los] recursos naturales” mediante el ecoturismo,por otro lado. El entrevistado de la cooperativa CA1 identificó de manera clara los problemas ambientales del giro en el que está inserto, pero no realiza acciones acordes a su crítica. Estas prácticas pueden considerarse aproximadas al barroco por el interés por conservar la naturaleza, base de la reproducción de la vida. En cambio, la CA2 es la única que desarrolla su praxis desde un ethos romántico (ideal del progreso) por no conocer qué es el capitalismo, y no contar con perspectivas para criticarlo o respaldarlo.
Prácticas cooperativistas relacionadas a la educación cooperativa
Los entrevistados recibieron educación cooperativa de las siguientes instituciones: cuatro cooperativas (CA1, CP1, CP4, CS1) de la STyFE, tres del Instituto Politécnico Nacional (IPN) en convenio con la STyFE (CP2, CP3 y CS2), y dos de Alcaldías (CA2 y CS2). Conforme a las entrevistas, la educación recibida asumió la existencia de sujetos solidarios al interior de las organizaciones, y enfatizó lo que podían hacer externamente desde tres principios del cooperativismo para diferenciarse de las empresas convencionales.
Imagen 3: Prácticas cooperativistas desarrolladas. Fuente: Elaboración propia con base en las entrevistas.
En orden de fundamentación de las subcategorías (véase la Imagen 3) cinco cooperativas (CP1, CP2, CP3, CS1 y CS2) tratan de cumplir el principio de compromiso con la comunidadmediante: “ayuda a grupos de la comunidad” (la CP2 y CS2 donan dinero a fiestas comunitarias, la CP3 contrata a jóvenes de carreras relacionadas al giro de la cooperativa, y la CP1 ofrece a precios bajos algunos productos);“promoción del comercio local” (la CS1 lo realiza en colonias cercanas, la CP3 compra frutas y verduras a agricultores locales), y “proporcionar servicios gratuitos” (la CS2 ofrece consultoríafiscal básica). Cuatro cooperativas (CA1, CP2, CP3 y CS1) cumplen el principio de educación, formación e información a través de “pláticas de difusión del cooperativismo” (véase la Imagen 3); tres de ellas (CP2, CP3 y CS2) aceptan compartir su experiencia en foros universitarios, y la CA1 brinda apoyo delegacionalpara constituir cooperativas. Tres cooperativas tratan de cumplir el principio de “intercambio entre cooperativas” véase el análisis de la Tabla 3.
Características organizacionales
Las cooperativas estudiadas que desempeñan una apropiada gestión democrática (factor de éxito) no lo hacen como estrategia, sino como resultado de las interacciones de los integrantes; no obstante, sólo tres cooperativas (CA1, CP2 y CP3) con base en la educación cooperativa se propusieron expresamente desarrollar una gestión cooperativa que entre sus elementos tiene compartir el liderazgo, lo cual en la práctica se asocia a “operar con cambio generacional” (véase la Imagen 3). En las cooperativas familiares se da entre padres (fundadores) e hijos (segunda generación de socios), o entre fundadores y nuevos socios. Para conocer su situación democrática se usó la matriz de análisis de datos para procesar la información recabada en el formato basado en el balance social cooperativo.
CA1 |
CA2 |
CP1 |
CP2 |
CP3 |
CP4 |
CS1 |
CS2 |
|
|
Edad |
|||||||
Presidente |
32 |
53 |
52 |
52 |
43 |
58 |
59 |
31 |
Consejero de administración |
32 |
Bis |
30 |
54 |
37 |
33 |
59 |
31 |
Consejero de vigilancia |
30 |
NPI |
27 |
34 |
33 |
38 |
25 |
34 |
Duración en el cargo |
||||||||
Presidente |
11 |
NPI |
9 |
7 |
4 |
7 |
5 |
2 |
Consejero de administración |
11 |
NPI |
9 |
7 |
4 |
7 |
5 |
2 |
Consejero de vigilancia |
11 |
NPI |
9 |
3 |
4 |
7 |
5 |
2 |
Ingreso mensual |
||||||||
Presidente |
$6000 – $9000 |
$9000 – $12000 |
$6000 – $9000 |
$6000 – $9000 |
$3000- $6000 |
$6000 – $9000 |
$3000- $6000 |
$6000 – $9000 |
Consejero de administración |
Bis |
Bis |
$6000 – $9000 |
$6000 – $9000 |
$3000- $6000 |
$6000 – $9000 |
Bis |
$6000 – $9000 |
Consejero de vigilancia |
$6000 – $9000 |
$9000 – $12000 |
$6000 – $9000 |
$6000 – $9000 |
$3000 – $6000 |
$6000 – $9000 |
$3000- $6000 |
$6000 – $9000 |
Tabla 2: Edad, duración en el cargo, e ingreso del: presidente, responsable del consejo de administración, y responsable del consejo de vigilancia (pesos mexicanos). Fuente: Elaboración propia, con datos del formato basado en el balance social cooperativo.
Referencias: Las casillas verdes indican que el cargo de dirección es ocupado por una mujer
NPI= No proporcionó información.
Tres cooperativas (CA1, CA2 y CS1) tienen un presidente y no un encargado del consejo de administración. Legalmente puede haber un administrador al haber menos de diez socios (LGSC, 1994, Artículo 43), situación indicada con la palabra Bis en la Tabla 2. Lo que se aprecia es que el 30% de los cargos los detenta una mujer y que su nivel de ingreso es igual, en el caso de la CA2 incluso mayor que el del resto de cooperativistas en similares cargos. La CA2 no respondió el formato, sólo se cuenta con la información que brindó en entrevista.
El artículo 42 de la LGSC (1994) menciona que los cargos de dirección deben de ser renovados en un período máximo de cinco años, con posibilidad de reelección por el mismo período. Se aprecia en la Tabla 2 que únicamente en el caso de la CA1 se ha rebasado el tiempo para rotar el cargo, las demás cooperativas están en tiempo (véase la Tabla 2). Legalmente, cuando los socios rebasan los diez años de duración en los puestos, forzosamente deberían renovar sus liderazgos para comprobar que realmente son organizaciones democráticas.
La toma de decisiones consensuada en las asambleas es otro de los rasgos de un control democrático. Los cooperativistas mencionaron que se utilizan reuniones frecuentes entre todos los socios, consideradas como asambleas extraordinarias (Ramírez, 2013). Las ocho cooperativas utilizan estas reuniones principalmente para abordar nuevos proyectos; tres cooperativas (CA1, CA2 y CP3) destacaron que también las utilizan para “el reparto de actividades entre los miembros”, y la “resolución de conflictos” (CS1, CP2 y CP3).
Estrategias de capacitación
Conforme a las características del éxito, en la práctica destacó la importancia de las capacitaciones para posibilitar la mejora de la producción y la gestión de las cooperativas (OIT, 2000).
Imagen 4: Capacitaciones relevantes para la producción, la gestión y el cooperativismo. Fuente: Elaboración propia con base en las entrevistas.
Las capacitaciones más relevantes que han cursado cinco entrevistados (CA1, CP1, CP2, CP3 y CS1) para la “profesionalización del giro” fueron obtenidas de dependencias especializadas en sus actividades productivas; subcategoría que co ocurre con los “conocimientos previos de la actividad productiva”, necesarios para poder aprovechar la capacitación; esta subcategoría cuenta con una densidad relevante (véase la Imagen 4). La CA1 se capacitó para poder obtener financiamiento y ofrecer otros servicios ligados a las plantas ornamentales, la CP1 para empaquetar y conservar alimentos, la CP2 para innovar en productos de panadería, la CP3 en mercadotecnia y exportación internacional, la CS1 para proporcionar servicios ecoturísticos, la CP4 en higiene alimentaria, y la CS2 en temas de nómina y facturación. Para la “profesionalización del giro” dos cooperativas se capacitaron en instituciones privadas, la capacitación de la CA2 dependió exclusivamente de “capacitaciones informales” (véase la Imagen 4). En el caso de las capacitaciones para la mejora de la gestión, cuatro cooperativas (CP2, CP3, CS1 y CS2) afirmaron haber obtenido conocimientos útiles de la educación cooperativa durante su “constitución legal” (véase la Imagen 4); esa capacitación a las cooperativas (CP2 y CP3) les sirvió en aspectos “contables” y “fiscales”. Las cooperativas (CP1 y CP3) recibieron conocimientos contables de instituciones públicas no relacionadas al cooperativismo (véase la Imagen 4).
Estrategias de innovación
La innovación (tecnológica) es uno de los factores de viabilidad económica para el éxito que marca la teoría para mejorar la producción siempre que no elimine puestos de trabajo (OIT, 2000).
Imagen 5: Innovaciones desarrolladas. Fuente: Elaboración propia con base en las entrevistas.
De los ocho casos, la CP3 es la única con una “patente de maquinaria” (véase la Imagen 5), la innovación no generó un acaparamiento del conocimiento por parte de los desarrolladores (biólogo e ing. mecánico); quienes la registraron para protegerse de intentos de robo por parte de acaparadores de productos agrícolas en sus primeras vinculaciones con productores locales. A los futuros socios (familiares y amigos) se les permitió conocer la patente para mejorar la innovación en función de sus perfiles (ing. mecánico e ing. en alimentos) para cumplir metas sociales y ecológicas, y obtener el financiamiento para construir 100 deshidratadores solares. En dos cooperativas (CP2 y CP4) ha sido necesario contratar ingenieros externos para realizar “mejoras de maquinaria” (véase la Imagen 5). El caso de la CP2 es interesante por su interacción con una cooperativa que desarrolla maquinaria por debajo del precio de mercado conforme a los requerimientos solicitados; sus socios son profesores y estudiantes de carreras de ingeniería (IPN) que buscan satisfacer necesidades de producción a bajo costo a otras cooperativas, (lógica que se acerca a la reproductiva según lo planteado por Collin, 2014 y cualitativa de acuerdo con Echeverría, 2011a).
En tres cooperativas de producción (excepto la CP4), otro tipo de innovación ha consistido en el “desarrollo de nuevos productos” (véase la Imagen 5) desarrollados por los socios con mayores conocimientos prácticos y en un caso por socios con estudios universitarios (CP3). Las dos cooperativas de servicios y también la de producción (3) se han enfocado en la “actualización de servicios”. Dos cooperativas (CA1, CP3) le han dado “seguimiento a innovaciones comerciales” demandadas por los consumidores. Únicamente la CA2 no ha realizado innovaciones de ningún tipo.
Estrategias de comercialización
Las estrategias de comercialización son relevantes para la viabilidad económica y también están relacionadas con una apropiada gestión cooperativa. Las entrevistas mostraron que -a diferencia de lo identificado por el INAES (2013)- las ocho organizaciones han tenido la capacidad para hacer atractivos sus productos y servicios.
Imagen 6: Estrategias de comercialización. Fuente: Elaboración propia con base en las entrevistas.
Las estrategias se clasifican en tres tipos:
1) De carácter local o regional. Estrategia implementada por tres cooperativas (CP1, CP2 y CS2) que han logrado “incrementar clientes locales” al mejorar la calidad o cualidades de los productos que ofrecen para distinguirse dentro del mismo giro (véase la Imagen 6). Otra vía para incrementar las ventas en tres cooperativas (CP1, CP2 y CS1) ha sido contar con “vendedores locales” en puntos de venta fijos o móviles, a quienes les pagan un salario semanal, sin prestaciones laborales. Tres cooperativas (CP2, CS1, CS2) están en una “ubicación estratégica”, dos por haber realizado estudios de mercado para tener una mayor afluencia de compradores y la menor competencia posible, sólo la CS1 no planeó la ubicación. Una estrategia desarrollada en cuatro cooperativas (CA1, CP1, CS1, y CS2) es “anunciarse mediante sitios web” para atraer clientes a su establecimiento; de las ocho, sólo la CP1 desarrolló una tienda online, y la CS1 es la única que se vale de la App Airbnb para incrementar su hospedaje, ambas ideas sugeridas por socios con estudios universitarios. En este aspecto también se ubica “contratar u obtener publicidad”; dos cooperativas (CP3 y CS1) obtienen publicidad gratuita de medios de comunicación o dependencias por lo atractivo de su actividad, la CS2 es la única que contrata publicidad impresa frecuentemente.
2) Venta de productos o servicios a empresas privadas. El paso previo para tener este tipo de clientes dependió de producir bienes de calidad con la finalidad de “obtener recomendaciones”(véase la Imagen 6). Seis productos de cooperativas (CA1, CA2, CP3, CP4, CS1 y CS2) sin habérselo propuesto fueron solicitados por empresas privadas (véase la Imagen 6) incluso transnacionales. En tres cooperativas (CP3, CP4 y CS2) la totalidad de sus ingresos depende de esta demanda, y al igual que las otras tres, no se han propuesto prescindir de ellos, tampoco les resulta una contradicción con el cooperativismo al considerarlos como ingresos legítimos, producto de la calidad y cualidades de sus bienes o servicios.
3) Combinación de comercio local y venta a empresas privadas. Se presenta en tres casos (CA1, CA2 y CS2) con la finalidad de prever que en algún momento las empresas privadas dejen de demandar los productos; intuitivamente reconocen lo perjudicial de la dependencia y la importancia de estar arraigadas en el mercado local de sus colonias.
CP2 |
CP3 |
CS2 |
|
Compras a cooperativas |
$4,000.00 |
$10,000.00 |
$40,000.00 |
$5,000.00 |
$10,000.00 |
$12,000.00 |
|
$3,000.00 |
$10,000.00 |
$25,000.00 |
|
$10,000.00 |
$10,000.00 |
$26,000.00 |
|
Total |
$22,000.00 |
$40,000.00 |
$103,000.00 |
Ingresos por ventas a cooperativas |
$1,200.00 |
$20,000.00 |
$12,000.00 |
Tabla 3: Montos de compra a otras cooperativas durante 2017 (pesos mexicanos). Fuente: Elaboración propia, con datos del formato basado en el balance social cooperativo.
Los datos recabados mediante el formato basado en el balance social cooperativo arrojan que sólo tres cooperativas (CP2, CP3 y CS2) llevan a cabo el principio de cooperación entre cooperativas de manera consciente y voluntaria, elemento de la apropiada gestión cooperativa (véase la Tabla 3). Si bien el establecimiento de una relación comercial no es el ideal de la implementación del principio cooperativista, se enfatiza que la educación cooperativa recibida por parte de instituciones les ha brindado sólo ese horizonte. Estas cooperativas dijeron comprar a otras cooperativas porque tienen conciencia de la necesidad de fortalecer el cooperativismo y por la existencia local de otras cooperativas. De las ocho cooperativas dos (CS2, CP2) se compran y venden mutuamente; la CS2 es la que más consume y vende a otras cooperativas en comparación a las demás (véase la Tabla 3).
Estrategias de financiamiento
Las estrategias de financiamientoson relevantes en un contexto de escasez de recursos destinados hacia las cooperativas (INAES, 2013) y el predominio de un prejuicio de improductividad que limita su acceso a capital privado.
Imagen 7: Estrategias de financiamiento. Fuente: Elaboración propia con base en las entrevistas.
Conforme a la fundamentación de las subcategorías, la principal vía de financiamiento en los ocho casos ha sido “destinar ahorro a inversión” (véase la Imagen 7) debido a la fortaleza de sus ventas, lo que económicamente permite el ejercicio del principio de autonomía e independencia frente a presiones de instituciones externas. La CP4 únicamente utiliza ahorro, porque mencionó no ser sujeto de crédito, y jamás haber obtenido recursos públicos. Como segunda vía, siete cooperativas han logrado “acceder a programas de fondo perdido” de dos instituciones que destinan recursos a cooperativas. El financiamiento público acompañado de capacitación ha sido utilizado para “adquirir maquinaria y equipo semi industrial” (véase la Imagen 7) que mejoró los bienes y servicios producidos. Cinco organizaciones cooperativas (CA1, CP1, CP2, CP3 y CS2) con ahorros propios pudieron complementar el financiamiento institucional para comprar maquinaria con un precio mayor al monto de los apoyos; esto les permitió cubrir sus metas de producción de manera más rápida. Desde el enfoque de Laville (2004) se ha cumplido que el financiamiento a las cooperativas no vulnere su autonomía.
Tres cooperativas (CA1, CP1 y CP2) lograron“acceder a crédito vía instituciones de gobierno” para maquinaria y equipo. Dos cooperativas (CA1 y CS2) solicitan “crédito a proveedores” para insumos; la CA1es la única que accede de manera constante a “crédito comercial” (véase la Imagen 7). En los tres casos, el crédito ha sido gestionado por socios con conocimientos universitarios, las dos cooperativas (CP2 y CP4) que han obtenido “crédito de manera informal” lo han solicitado los socios con educación preparatoria.
Estrategias fiscales
La carga fiscal ha sido identificada como la causante de la desaparición de cooperativas (INAES, 2013); incluso por su forma de operación la conformación de los fondos sociales (educación, reserva y previsión social) puede ser equiparada a una segunda tributación cumplida de manera interna en las organizaciones. No obstante, en el caso de las cooperativas que aquí se presentan (a excepción de la CA2 que se ha visto en la necesidad de “declarar en cero”) siete de los casos analizados lograron cumplir con sus obligaciones fiscales sin que eso las colocara en peligro de desaparecer, aunque lo hacen sin una estrategia interna, porque “delegan a un contador la responsabilidad” lo que correspondería al Consejo de Vigilancia (véase la Imagen 8). Sólo en tres casos (CA1, CS1 y CS2) los socios han propuesto medidas para disminuir la carga fiscal mediante interpretaciones legales, la CA1 al “aprovechar exenciones agrícolas” y la CS1 para “tratar de disminuir el pago de IVA”.
Imagen 8: Estrategias fiscales. Fuente: Elaboración propia con base en las entrevistas.
La CS2 es la única que implementa una estrategia que responde al reto de conformar los fondos sociales después de distribuir rendimientos mensuales a los socios, y una vez realizado el pago de impuestos; porque al cumplir sus obligaciones fiscales encauza importantes recursos a los tres fondos sociales. Transfiere de manera comprobable gastos básicos a la cooperativa (ropa, educación, alimentos y transporte), a través de partidas especiales, que los dejan reportando pérdidas o poca ganancia para “conseguir impuesto a favor”. Con lo recabado en el fondo de educación los socios han podido asistir a un congreso de cooperativismo en Costa Rica, y conocer el modelo organizativo en ese país. Respecto al fondo de previsión social, han rechazado la idea de que pagar INFONAVIT (crédito de vivienda), Seguro Social (prestaciones médicas) o AFORE (fondo de retiro) sea algo perjudicial, por ser 100% deducibles de impuestos, y brindarles la posibilidad de contar con jubilación, seguro médico, o comprar una vivienda en la actualidad.
Desarrollo humano en las cooperativas
De acuerdo con los objetivos de la ESS los involucrados deben de promover el desarrollo del ser humano (OESSP, 2015); para esa tarea se analiza el papel del trabajo (Valverde, 2014) desde la lógica cualitativa y el barroquismo de Echeverría (2011a).
Imagen 9: Sobre el desarrollo del ser humano. Fuente: Elaboración propia con base en las entrevistas.
En siete casos los entrevistados (excepto la CA2) mencionaron que por medio del trabajo en la cooperativa habían logrado la “mejora de la vida de los socios”, tanto en instalaciones laborales, los medios de transporte como en sus hogares; la CA2 destacó que esto es a partir de la “producción para el autoconsumo”. Cuatro organizaciones (CA1, CA2, CP2 y CP3) mencionaron que la forma de trabajo les ayudó a “fortalecer la familia y amistad” al volverse un espacio más de convivencia y disfrute (véase la Imagen 9).
En cuatro cooperativas (CP2, CP3, CP4 y CS1) se identifica la importancia de la creación de valores de uso por haber una intencionalidad de lograr un “impacto social favorable con el bien producido” (véase en la Imagen 9); como se mencionó,el trabajo no sólo transforma la naturaleza, sino que objetiva ideales en un producto (Marx, 2010). En la CP3 la búsqueda del impacto social radica tanto en mantener las propiedades nutrimentales de sus productos y la manera de conservar esos nutrientes, puesto que utilizan el deshidratado solar porque les preocupa el cambio climático. La CP4 evita el uso del plástico en las bebidas que envasa, además de procurar el uso de conservadores naturales para cuidar la salud de los consumidores; la CP2 está en contra del uso de productos químicos en alimentos, por lo que ha mandado diseñar maquinaria para producir los rellenos orgánicos de panadería. La CS1 procura que el coaching impartido en empresas impacte en la disminución de la jornada laboral de los beneficiarios, pago de vacaciones, o aumentos salariales. Todos estos comportamientos muestran una orientación barroca de la producción inserta en el mercado capitalista pero que mantiene la forma natural de manera predominante lo que lleva a las cooperativas a presentar rasgos de la lógica cualitativa que privilegian la vida y con ello externan resistencias respecto al capitalismo (véase la Imagen 2).
Conclusiones
La aproximación de Echeverría a la forma natural del valor explica una lógica cualitativa apegada a la reproducción de la vida que está presente en la búsqueda de la producción de valores de uso más que de valores de cambio: esta lógica es contestataria a la lógica cuantitativa del capitalismo identificada claramente en la ESS. Las entrevistas a los socios cooperativistas muestran una aproximación a la lógica cualitativa y al ethos barroco a pesar de que son cooperativas que se enfrentan a la competencia del mercado. El predominio del valor de uso sobre el valor de cambio se muestra a lo largo de las entrevistas cuando se identifican esfuerzos por tener un producto de calidad que generalmente está vinculado a formas de producción que pretenden ser democráticas.
Los ocho casos tienen viabilidad económica no por contar con volúmenes de ingresos por ventas estratosféricos, sino por obtener un ingreso económico mensual constante que ha superado los problemas para generarlo, aportando con ello a los cooperativistas un grado de certeza de su actividad productiva. En lo fiscal algunas cooperativas cuentan con fondos sociales que les permiten tener una estabilidad laboral (prestaciones, educación y seguridad) opuesta a la incertidumbre neoliberal. Lo colectivo no niega el desarrollo del ser humano como individuo en su integridad, al mejorar sus condiciones materiales (hogar, alimentación e instalaciones de trabajo) y emocionales al fortalecer la familia y amistad por convertir la cooperativa en un espacio de convivencia y disfrute. Destacan por su autonomía las cooperativas que practican un comercio local y regional aplicando el principio de cooperación entre cooperativas y compromiso con la comunidad, aunque algunas de ellas también facturan a empresas privadas (ethos barroco), incluso hay quienes dependen exclusivamente de estos ingresos. Las tres posibilidades son consecuencia de haber hecho atractivos sus productos, estrategias de comercialización vinculadas a la capacitación para la profesionalización de la actividad (mejora de la producción) y a seguir las tendencias del mercado.
Las ocho cooperativas se preocupan por la calidad y cualidades de los bienes y servicios creados y las ventas se han traducido en autonomía y viabilidad económica, al permitir como principal vía de financiamiento el ahorro a inversión para adquirir mejor maquinaria y equipo; vinculado en un caso a innovar por la preocupación del cambio climático con un invento solar que beneficia a agricultores a quienes se compran materias primas. El financiamiento no ha provenido de otros integrantes de la ESS, no obstante, los recursos públicos han servido de manera importante para alcanzar las metas de las cooperativas de manera más rápida. Las capacitaciones por otro lado contribuyeron a una mejor gestión cooperativa, e incluyeron la educación cooperativa, la cual enfatizó los principios cooperativos. No obstante, es necesario destacar que no hubo educación sobre ESS, por lo que no aparece en el discurso de los entrevistados.
La evidencia muestra que importan las perspectivas de los sujetos para determinar el horizonte de sus prácticas, un desconocimiento de alternativas lleva a las concepciones ethoicas clásica y romántica que perpetúan la modernidad capitalista. A pesar de esta limitante existe un cooperativismo urbano exitoso en el marco de sus restricciones, el cual resuelve las necesidades socioeconómicas de los cooperativistas involucrados, sin sacrificar del todo lo que las vuelve distintas de las empresas capitalistas, al estar con un pie en el mundo de la mercancía (valor de cambio) y otro en la forma natural (valor de uso) que reproduce la vida. Sin embargo, el proyecto cooperativo urbano está necesitado de un mayor impulso para posicionarse y expandirse como una verdadera opción que haga contrapeso a la devastación del capitalismo.
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Enviado: 05/04/2019
Aceptado: 15/10/2019
Cómo citar este artículo:
Luvián Reyes, G., Rosas Baños, M. y Ramírez Vanoye, E. Y. (2019). Pequeñas cooperativas de producción exitosas de la Ciudad de México: perspectivas y estrategias de los socios en la modernidad capitalista. Otra Economía, 12(22), 42-65.
* Instituto Politécnico Nacional (IPN), Centro de Investigaciones Económicas, Administrativas y Sociales (CIECAS), Ciudad de México, México.
** Instituto Politécnico Nacional (IPN), Centro de Investigaciones Económicas, Administrativas y Sociales (CIECAS), Ciudad de México, México.
*** Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS), Ciudad de México, México.
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4 Echeverría (2011b:166) aclara que el proceso de reproducción social tiene una dimensión reproductiva semiótica que implica un lenguaje surgido en la producción y consumo. El sujeto (comunicante) en la producción da forma a un objeto y cifra en él un mensaje, una intención transformativa (un valor de uso) para quien lo consume; el consumidor lo descifra (interpretante) dependiendo de sus posibilidades de uso en un proceso libre que pude o no reproducirse, al elegir si el producto (mensaje) es útil socialmente (productiva o improductivamente).
Entidad Editora: Universidad Nacional de General Sarmiento.